El sótano de nuestras emociones
¿Conoces un sótano?
De niña mis padres visitaban unos amigos en cuya casa había un sótano.
Recuerdo la única vez que me asomé a la puerta de aquel recinto, con una profunda incertidumbre y miedo ante esa inmensa oscuridad, también puedo recordar el olor a humedad. Al preguntar qué era ese lugar y por qué no podía entrar allí, me respondieron que se guardaban productos que necesitaban estar por un tiempo en la oscuridad para su maduración o conservación.
Hoy recordé ese sótano y fue inevitable asociarlo a las vivencias que guardamos en las penumbras de nuestro ser.
La capacidad de memoria de nuestro cuerpo es inmensa y muy funcional, la información aportada por la memoria celular física y emocional nos constituye.
El recuerdo de cada situación vivida por nosotros, y aquellas que viajan de manera transgeneracional, allí permanecen hasta que decidamos averiguar que cuestiones del pasado permanecen vivas en nuestro presente obstaculizando nuestro bienestar.
No se trata necesariamente de vivencias truculentas, probablemente al recordarlas pensemos que “no fue nada” porque nuestro intelecto ha olvidado el impacto sufrido en el instante en que lo vivimos o lo vivieron nuestros antepasados.
En algunas ocasiones, no pudimos hacer lo que nos hubiese gustado, o no pudimos defendernos, o no fuimos escuchados. Posiblemente esas emociones asociadas a la rabia, la impotencia, la desvalorización, etc. hayan ido a parar a nuestro sótano.
Algo así como un sótano que guarda emociones y vivencias en la oscuridad.
Ustedes se preguntarán si esas vivencias son como los productos del sótano de mi infancia: los que necesitaban estar en la oscuridad sólo por un tiempo, o ¿pueden permanecer en el sótano por siempre?
¿Qué hay en tu sótano? Solo tú lo sabes. Cada persona tiene un cuerpo y vivencias adheridas al mismo producto de lo vivido y lo heredado
Puede que en el pasado no pudieras o supieras, ahora las cosas pueden ser diferentes.
Ante el interrogante ¿Dejamos el sótano cerrado? O ¿lo abrimos?
Mi respuesta es:
Si sientes que transitas tu vida en plenitud ¿para qué abrirlo?
Ahora, si algo te suena a desajuste probablemente en esos rincones inexplorados encuentres muchas respuestas y la llave para vivir la vida que deseas.
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