¿QUÉ TE DETIENE?

¿Por qué no logras conectar con todo tu potencial y qué puedes hacer para lograrlo?

                                                                                                                                                                                 

Las heridas infantiles quedan grabadas en la memoria de nuestras células: escenarios donde el desamparo, el abandono, la separación o la pérdida dejaron una huella. Esto no significa que seamos prisioneros de ellas durante toda la vida, en palabras de Patricia Faur, las últimas décadas algunos conceptos de las neurociencias y de la psicología nos regalaron aire fresco: Epigenética, Neuroplasticidad, Resiliencia.

Palabras que encierran una misma idea: no todo está dicho. No hay destino.

Podemos cambiar nuestro cerebro, nuestra manera de ver las cosas, de pensar, de ser. Podemos hacer algo diferente con las cartas que nos fueron repartidas. Barajar y dar de nuevo, aunque el mazo sea el mismo.

Todo niño necesita ser, saberse, sentirse amado de manera incondicional.

Cuando ese amor incondicional no se vivencia, (no por falta real de amor por parte de los padres, sino porque no fueron capaces de verbalizarlo, demostrarlo, etc.)  la memoria celular de ese niño comienza a grabar programas de supervivencia:  algo así como: aquí necesitamos para resolver esta situación.

 Pues ¿qué tengo que hacer/ser para que me amen: el mejor deportista…la mejor alumna… el/la salvadora… el/la obediente… el/la que no trae problemas…  el/la que se queda calladito/a…?

Adoptamos estas máscaras como la solución ganadora para el momento… es lo que nos permite sobrevivir…

Nuestro “sistema informático” lo guarda como una solución ganadora (un programa) para repetir durante toda la vida aunque ya no la necesitemos… salvo que en un trabajo de consciencia tomemos la decisión de cambiar el programa por otro de mayor utilidad.

Podemos pensarlo en términos de las aplicaciones de nuestro celular:

¿Sigues con el nokia 1100 con el que comenzaste? ¿O te viste ante la necesidad de cambiarlo por las circunstancias de vida?

¿Sigues escuchando música en el discman?  ¿Descargando canciones con Ares?

¿Sigues con la versión 2009 whatsapp o cuentas con la última actualización?

Seguramente, la respuesta a estas preguntas es que cuentas con las últimas actualizaciones y que intentas no quedarte con viejos dispositivos, programas o aplicaciones, sino que, por el contrario, avanzas acorde a las necesidades del mundo y la tecnología actual.

    

Ahora yo me pregunto: si te resulta fácil comprender que sería poco práctico pretender escuchar a Shakira, bzrp, La K’onga o Miley Cyrus con un discman, teniendo la posibilidad de instalar en tus dispositivos Spotify… ¿Por qué pretender hacer cambios en tu vida cargando con programas inconscientes de tu primera infancia o de tus padres y abuelos?

 

La invitación de hoy:

Comprende que tu memoria celular guarda toda la información, que te permitió sobrevivir en su momento y fundamentalmente guarda las claves de lo que te ocurre en el presente,  de las situaciones que te molestan, como así también, las herramientas para trabajar directamente en ti y en consecuencia comenzar a cambiar realidades.